Biografía de Andres Triana

Aquel hombre fue parido en algún lugar en el valle de Ubaté y como un mal presagio en la triple ta de tres iguales decimoterceros mismos números, marcando así el inicio de una constante y coexistente vida, una vida iniciada a dos tercios de lo esperado. Su ser en existencia bendecido por el don del deseo por el conocimiento y latigado para mantenerlo demostró la realidad de perpetuar aquello en toda una representación de quien ser gracias a ello, métodos impartidos por su madre, dama dueña del arte, cultura y el dolor de la guerra y por su ancestro más cercano después de su madre aquel que lo doto de la curiosidad e idea del sonido como método de vida, las letras como expresión del pensamiento y el arte como presencia. De la evolución de su conocimiento enriquecido por la facilidad del poder todo logra la culminación del añorado ideal de aprendizaje, logra profundizar enfatizar y representar el ser idealizado a expensas de sus gratas habilidades. Concluye y concreta su iniciar su final tal vez en un tiempo aquejado y corto, que a beneficio del mundo y de la realidad se esperó se tomara más tiempo. En el comienzo de su real conclusión sufre del mayor don podido otorgar por el universo, el renacimiento. Este que le permitirá enaltecer su existencia frente a aquello que nunca fue, porque ya no existe, no participa y que no será parte más. Almenos no es su propia conciencia. En su progreso a medios pasos presenciando su nueva existencia y conciencia de su real ser, el determinante explota en su cara y le grita el poder de la relevancia de su única primera memoria, querer ser artista. El poder de la unión lo aprieta, lo aqueja y lo alaba, le recuerda la sin cronicidad y la pertinencia de un conjunto, de una realidad, de un todo al que ahora hace parte también él.